Tengo que confesar que tengo un revoltijo de emociones en este momento. Hace bastante, poco que empecé a escribir como una manera de terapia personal y nunca pensé en publicar... Mi esposo, que lee todo lo que escribo para darle un visto bueno o pedir cambios, insistió en que debería hacerlo público; así que un día me abrí una cuenta en Blogger y más adelante en Instagram...
Cómo la terapia me ha resultado decidí vencer un poquito mis miedos y mis vergüenzas y aquí está el fruto de... el logo tan chévere que mi hizo un amigo, muy buen diseñador por cierto, y que representa fielmente la esencia del blog y de mi vida diaria.
Estoy pensando en abrir la página en Facebook y hacerlo más visible y serio pero les cuento cuando ya sea algo definitivo y cuando al fin logre vencer del todo ese temor a la exposición que tengo...
Por lo pronto espero que les guste mi logo tanto como a mí y si algún día quieren leer mis historias, son bienvenidas a hacerlo.
Cómo la terapia me ha resultado decidí vencer un poquito mis miedos y mis vergüenzas y aquí está el fruto de... el logo tan chévere que mi hizo un amigo, muy buen diseñador por cierto, y que representa fielmente la esencia del blog y de mi vida diaria.
Estoy pensando en abrir la página en Facebook y hacerlo más visible y serio pero les cuento cuando ya sea algo definitivo y cuando al fin logre vencer del todo ese temor a la exposición que tengo...
Por lo pronto espero que les guste mi logo tanto como a mí y si algún día quieren leer mis historias, son bienvenidas a hacerlo.

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