Este es el post más sincero y liberador que voy a escribir... Al inicio les había comentado que este blog empezó como una terapia personal, una manera de desahogo de mi vida como mamá y como mujer y hoy escribo esto como parte de esa terapia...
Esta foto ha sido sin duda la que más he dudado en postear, refleja mis mayores inseguridades y temores, revela un cuerpo que he tardado mucho en aceptar.
Este cuerpo que ha sufrido por mi culpa y que cuando recién se recuperaba ha pasado ya por tres embarazos; que ha cambiado de mil maneras; este es mío, y al fin, después de un proceso casi interminable, he logrado amar.
La celulitis, las marcas de estrías y cirugías están y han marcado un hito en la aceptación de lo que soy. Soy una mujer feliz, una mamá enamorada por mil y ahora, mirando la foto, puedo decir que me amo... Que como mamá que soy acepto que he cambiado; que mi cuerpo no es el mismo, que mi cabeza tiene un cabello incontrolable, un pelo de cacatúa que tiene orden propio y que está, soy yo.
Impresionante las lecciones que nos da la vida y los caminos que nos lleva a recorrer para darnos esas lecciones importantes. Mi camino para la aceptación definitivamente han sido mis hijos, porque ahora me amo, por mí, por lo que soy y por lo que quiero que vean, que aprendan.
Quizás no tengo hijas pero de igual forma el amor propio se enseña sin importar género y ahora puedo amarme y enseñarles a amarse, no importa el color de piel que tengan, no importa el tamaño, no importan los defectos, este cuerpo que se nos ha entregado es perfecto a su manera y es nuestro. Este cuerpo que tengo es mío y hoy por fin lo acepto, hoy puedo decir que me amo...

Comentarios
Publicar un comentario